Utiliza una manta térmica para preservar el agua de tu piscina

Tenemos la creencia que una manta térmica solo se usa para mantener la temperatura del agua, pero en realidad ofrece muchas más ventajas. Este accesorio también ayuda a minimizar la evaporación, además protege el agua de la suciedad y del deterioro, otro beneficio es que funciona como un auténtico escudo frente a los rayos UV, responsables de degradar el cloro u otros químicos. Gracias a esta protección, los productos químicos mantienen su eficacia durante más tiempo, reduciendo el consumo y facilitando el mantenimiento de la piscina.

Puedes utilizar la manta térmica para piscina desde los primeros días en los que comienzan a subir las temperaturas en primavera y mantenerla varias semanas después del verano prolongando el tiempo de baño. De esta manera, no solo disfrutas de un agua más cálida por más tiempo, sino que también reduces la evaporación, mantienes el agua más limpia y prolongas la eficacia de los productos químicos. Una solución sencilla y práctica para alargar la temporada de baño y optimizar el cuidado de tu piscina.

Como colocar la manta térmica

La manta térmica debe colocarse directamente sobre el agua con las burbujas orientadas hacia abajo. De esta forma se crea una capa aislante que ayuda a conservar la temperatura y a reducir la evaporación. Es fundamental cubrir toda la superficie de la piscina, ya que cualquier espacio descubierto provocará pérdidas de calor.

Para aprovechar al máximo sus beneficios, lo ideal es mantener la piscina tapada con la manta siempre que no se esté utilizando.

¿Qué debo tener en cuenta al elegir la manta térmica?

A la hora de elegir una manta térmica para piscina, es fundamental prestar atención al número de micras, ya que a mayor grosor, mejor aislamiento y durabilidad. Las mantas con burbujas más grandes y de doble capa retienen el calor de manera más eficiente, optimizando el rendimiento. Si buscas un extra de calidad, los modelos con tecnología GeoBubble son una excelente opción, ya que ofrecen mayor resistencia y prolongan la vida útil del producto.

El color de la manta también influye directamente en la absorción y conservación del calor:

• Azul: la opción estándar, con buena eficiencia.
• Negra o gris: absorben más calor y ofrecen mayor opacidad.
• Transparente: menos estética, pero con la mejor capacidad de absorción solar.

Con estos factores en mente, podrás escoger la manta térmica que mejor se adapte a tu piscina y disfrutar de un agua más cálida durante más tiempo.

El complemento ideal para la cubierta

Un enrollador de cubiertas hace mucho más sencilla la tarea de colocar y retirar la cubierta, ahorrando tiempo y esfuerzo, algo especialmente práctico durante el verano, cuando la piscina se utiliza a diario.

Gracias a su sistema de enrollado uniforme, se evita que la manta se doble o se deteriore, lo que contribuye a prolongar su vida útil. Además, permite un almacenamiento ordenado: mantener la manta enrollada cuando no está en uso impide el contacto directo con el suelo, reduciendo el riesgo de desgaste y acumulación de suciedad.